SANTOS CORNELIO Y CIPRIANO, papa y obispo Mártires
en verdad y quiere empezar una vida nueva de conversión , la Santa
Iglesia puede y debe perdonarle sus antiguas faltas y admitirlo otra vez
entre los fieles.
El gobierno del perseguidor Decio lo desterró de Roma y, a causa de los sufrimientos y malos tratos que recibió, murió en el destierro como mártir.
SAN CIPRIANO, Había nacido en el año 200 en Cartago, norte de África. Se dedicó a la labor de educador, conferencista. Tenía una inteligencia privilegiada, una gran habilidad para hablar en público y una personalidad simpática. Se convirtió al cristianismo y se hizo bautizar. Una vez bautizado hizo el juramento de permanecer siempre casto. A la gente las llenó de admiración porque esto no se acostumbraba en aquellos tiempos.
Desde su conversión descubrió que la Santa Biblia contiene tesoros maravillosos, y se dedicó a estudiar este libro santo y a leer los comentarios que los antiguos santos habían escrito respecto de la Santa Escritura.
Fue ordenado sacerdote y, al morir el obispo de Cartago en el año 248, el pueblo y los sacerdotes, lo aclamaron como el más digno para ser el nuevo obispo de la ciudad. En el año 258 le decretan pena de muerte y le cortan la cabeza con una espada. A los pocos días de la muerte del santo, muere el juez Valerio, que lo sentenció y pocas semanas después el emperador Valeriano, perseguidor de los cristianos, fue hecho prisionero por sus enemigos, en una guerra con los persas y esclavo prisionero estuvo hasta su muerte.
Tomado de EWTN
El gobierno del perseguidor Decio lo desterró de Roma y, a causa de los sufrimientos y malos tratos que recibió, murió en el destierro como mártir.
SAN CIPRIANO, Había nacido en el año 200 en Cartago, norte de África. Se dedicó a la labor de educador, conferencista. Tenía una inteligencia privilegiada, una gran habilidad para hablar en público y una personalidad simpática. Se convirtió al cristianismo y se hizo bautizar. Una vez bautizado hizo el juramento de permanecer siempre casto. A la gente las llenó de admiración porque esto no se acostumbraba en aquellos tiempos.
Desde su conversión descubrió que la Santa Biblia contiene tesoros maravillosos, y se dedicó a estudiar este libro santo y a leer los comentarios que los antiguos santos habían escrito respecto de la Santa Escritura.
Fue ordenado sacerdote y, al morir el obispo de Cartago en el año 248, el pueblo y los sacerdotes, lo aclamaron como el más digno para ser el nuevo obispo de la ciudad. En el año 258 le decretan pena de muerte y le cortan la cabeza con una espada. A los pocos días de la muerte del santo, muere el juez Valerio, que lo sentenció y pocas semanas después el emperador Valeriano, perseguidor de los cristianos, fue hecho prisionero por sus enemigos, en una guerra con los persas y esclavo prisionero estuvo hasta su muerte.
Tomado de EWTN
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