Paseo a Riobamba

EL PODER DE LA ORACIÓN

Hace unos años me fui de paseo a Riobamba con una amiga, ahí los familiares de ella nos llevaron al Chimborazo, aprovechando que la noche anterior había nevado fuerte y que la nieve estaba hasta abajo. Llegamos en carro hasta donde se podía, el resto del trayecto debían hacerlo a pié. Como me había torcido el pie no pude acompañarlos, el joven que tenía la cámara, gentilmente de dijo: "Qué pena Carmita que la montaña está cubierta y no se la puede ver" (foto primera), yo le respondí: "Si te esperas un momento la verás despejada" y luego hice la siguiente oración al Padre: "Papito Dios, me han traído a este espacio precioso que tu amor creador lo hizo, esta es una hermosa oportunidad para mi, pero las nubes no me permiten verlo en todo su esplendor, por favor, haz que ellas se muevan y así, tu hija podrá contemplar esta obra de tus manos generosas. Amén" y luego de un instante las nubes comenzaron a moverse y, el joven, que aún me acompañaba, asombrado y eufórico grito: "Carmita, éste es el momento", me ayudó a moverme del sitio donde estaba, porque desde ahí no se divisaba la cumbre, se postró en la nieve para tratar de que salga toda la montaña, lo logró y esa es la segunda foto. Quise compartir con ustedes esta linda experiencia para que sepan que tenemos un Padre que nos ama y escucha siempre y nos concede lo que pedimos, siempre que sea bueno para sus hijos. Bendiciones.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Hermoso testimonio de Fe, cercanía y amistad desde los mas pequeños detalles.
Invitación a vivirlo a Él, Jesús.