SAN ENRIQUE, emperador

SAN ENRIQUE, emperador

Perteneció a una familia muy religiosa. Su hermano Bruno fue obispo, su hermana Brigida fue monja, su hermana Gisela fue la esposa de un santo, San Esteban, rey de Hungría.
Al poco tiempo de haber muerto su gran maestro San Wolfgan, vio Enrique que un ángel se le aparecía en sueños y escribía en una pared: "Después de seis". El se imaginó que le avisaban que dentro de seis días iba a morir y se dedicó a prepararse para bien morir. Pero, pasaron los seis días y no murió. Entonces creyó que eran seis meses y dedicó ese tiempo a lecturas espirituales, oraciones, limosnas a los pobres y demás buenas obras. Pero a los seis meses tampoco se murió. Se imaginó que el plazo era seis años y, a los seis años... lo que le llegó no fue la muerte sino el nombramiento de emperador. Entonces empezó siendo gobernante de un departamento del sur de Alemania, Baviera. Y allí ejerció su autoridad. con agrado de todos.
Pero de pronto se murió el emperador Ottón III, su primo, sin dejar herederos. Entonces los príncipes electores juzgaron que ningún otro estaba preparado para gobernar Alemania y a las naciones vecinas que el buen Enrique. Pero por todas partes estallan revueltas y el nuevo emperador tuvo que organizar un poderoso ejército para hacer frente a los revoltosos. Y resultó ser un gran guerrero.
Y sucedió que en Roma, un anticristo, se atrevió a quitarle el puesto al Papa Benedicto VIII. Este pidió auxilio a Enrique, el cual con un fortísimo ejército derrotó a los enemigos del Pontífice. En premio por todo esto, el papa lo coronó solemnemente, en Roma, como emperador de Alemania. Italia y Polonia.
La gente lo llamaba, Enrique el piadoso, porque por todas partes buscaba extender la fe católica y hacer que la gente amara más a nuestro Señor.
Por doquier levantaba templos. construía conventos y apoyaba a los que de dedicaban a evangelizar. En su viaje a Italia se sintió sumamente enfermo y se fue en peregrinación a Monte Cassino y allí, rezando con toda fe a San Benito, se curó.
Fue un verdadero padre para sus súbditos, la fama de su bondad corrió por todas partes. Decía siempre que lo que más deseaba para su nación, después de la fe era paz. Murió el 13 de Julio del año 1024
Tomado de EWTN
Que Dios mande muchos jefes de estado como San Enrique!

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